Emprendedora y apasionada por apoyar a los artesanos locales de Montréal. Tuvo la visión de realizar un mercado con productos locales en el que ofreciera otro tipo de experiencia para quienes la visitatarán, así, nació Collectif Creatif Montréal, conozcamos a Melina Seragelo, co-fundadora de este gran proyecto.
Cuéntanos ¿Cómo nace Collectif Créatif Montréal?
El Collectif Créatif Montréal nace gracias a un encuentro fortuito con Michelle Beausejour. En el año 2013 ambas teníamos nuestros emprendimientos creativos, ella creaba bijouterie en resina y yo hacía serigrafía (impresión textil) de ropa para bebés. Nos cruzamos en un bazar en West Island, en un mercado donde había vendedoras de Tupperware al lado de artesanos que ofrecían productos 100 % hechos a mano. Inmediatamente nos dimos cuenta de que teníamos mucho en común y ambas compartíamos la idea de que los artesanos de Montreal merecían más oportunidades de calidad para vender sus productos. Había cada vez más artesanos y pocos mercados en ese momento, y muchos de ellos eran muy competitivos o elegían siempre a los mismos expositores. Por lo tanto, creamos el Collectif Créatif Montréal en 2014 con la idea de brindar oportunidades de calidad a los artesanos
No queríamos caer en el típico bazar en el sótano de una iglesia. Nuestra idea era organizar mercados en lugares únicos con grandes espacios luminosos o sitios históricos que le brindaran a los visitantes la oportunidad de descubrir nuevos lugares en su propia ciudad (el Locoshop Angus, la Salle Des Pas Perdus en la estación de Windsor, el escenario del Théâtre Denise-Pelletier, el Auditorium de Verdun, por ejemplo) al mismo tiempo que descubren los productos y el talento de los artesanos locales.
Nuestro primer mercado creativo tuvo lugar en un pequeño estudio de Yoga, donde había solo 20 expositores y 600 clientes. En 2019 nuestra feria artesanal en la estación de Windsor contó con 170 expositores y más de 20,000 visitantes durante 3 días.
¿Qué podemos encontrar en los mercados artesanales de CCMTL?
Desde alimentos producidos artesanalmente en pequeños lotes, hasta decoraciones para el hogar pasando por bijouterie, vestimenta, accesorios, productos para el cuidado del cuerpo, velas, juguetes, ropa para niños, arte e ilustraciones, productos ecológicos…. realmente de todo! Y lo mejor es que todos los productos disponibles en nuestras ferias artesanales son hechos a mano aquí en Canadá por gente talentosa con una enorme pasión por su trabajo.
¿Qué te inspiró para emprender en los mercados artesanales?
Nací y crecí en Buenos Aires, una ciudad llena de bazares y ferias artesanales. Me mudé a Montreal cuando tenía 23 años. Una de las cosas que más extrañaba estando aquí era el hecho de que en Buenos Aires había mercados artesanales todos los fines de semana. Comprar productos locales directamente de la persona que había realizado el producto de principio a fin formaba parte de nuestro día a día. Cuando vivía en el barrio de San Telmo todos los domingos al abrir la puerta de salida nuestro apartamento la calle se había transformado en un enorme mercado artesanal al aire libre donde cientos de artesanos ofrecían sus creaciones. Y ese contacto con los artesanos, esa oportunidad de conocer a la persona detrás del producto me faltaba mucho, así que cuando vi que aquí podría armar algo similar donde el cliente puede conectar con el artesano, no lo dudé ni un segundo. Sobre todo en esta época de compras en línea de productos de dudosa calidad. Creo firmemente que cuando uno compra un producto e intercambia con la persona responsable del proceso de fabricación se aprecia mucho más el producto adquirido y la artesanía en sí.
Visitar nuestros mercados significa apoyar a los creadores locales y el comercio local. Cada dólar invertido en un producto diseñado y fabricado aquí permanece en nuestra comunidad y tiene un impacto directo en la economía local. Es eco-responsable. Es socialmente responsable. Permite que mucha gente viva de su pasión, de su profesión, de su arte.
¿Cómo se puede formar parte de este gran proyecto?
Con el Collectif Créatif MTL organizamos entre 4 y 5 eventos por año. Unos meses antes de cada edición lanzamos una convocatoria a todos los artesanos, emprendedores creativos, artistas y diseñadores que quieran participar. Habitualmente recibimos entre 350 y 400 candidaturas de artesanos pero solo podemos aceptar unas 150. Nuestro equipo realiza un proceso de selección que está basado en diferentes criterios, por ejemplo : los productos presentados deben ser hechos a mano y fabricados en Canadá, tienen que ser originales, de calidad, bien presentados, con una buena imagen de marca. También pedimos que los productos respeten otras culturas y no infrinjan la propiedad intelectual.
¿Qué tan fácil o difícil fue iniciar este proyecto?
Honestamente fue bastante fácil porque desde que el proyecto era solo una idea siempre contamos con el apoyo incondicional de la comunidad creativa de Montreal y nuestros maravillosos clientes que vienen a visitarnos a cada edición. Tuvimos la enorme suerte de que una empresa como la Société de Développement Angus creyera en nuestro proyecto cuando solo era una idea y nos dejaran ocupar ese hermoso espacio que es el Locoshop Angus para hacer realidad nuestro sueño. Una vez que nuestras ferias empezaron a ser conocidas, otros socios fueron apareciendo lo cual nos permitió continuar innovando. Pero la comunidad creativa siempre nos apoyó y sigue respondiendo de manera extraordinaria cada vez que organizamos un nuevo evento.
¿Cuál crees que sea el mayor de tus éxitos y el mayor fracaso? Y ¿qué aprendiste de ellos?
Mi mayor éxito es ser una mujer inmigrante cuyo trabajo actual consiste en crear oportunidades para los artesanos locales.
Uno de los eventos que más nos enorgullece haber organizado es el Marché Ephemere á la Gare Windsor que tuvo lugar de 2017 a 2019 y tuvimos que poner en pausa durante la pandemia. Fue la primera vez que reunimos a más de 160 artesanos y 20.000 clientes en 3 días! También el hecho de colaborar con socios que confían en nosotros como la Societe de developpement Angus con quienes colaboramos desde hace casi 10 años, la SDC Hochelaga-Maisonneuve y la SDC Wellington, nos llena de orgullo.
Nuestro mayor fracaso fue haber tratado de organizar demasiados eventos en 2019. Todos los eventos que organizamos ese año fueron exitosos pero nuestro equipo terminó casi al borde del burn-out. Desde entonces cuidar nuestra salud mental es nuestra prioridad y no organizamos más eventos de los que física y mentalmente podemos.
Eres una mujer emprendedora, ¿qué consejo le darías a todos aquellos que desean iniciar un proyecto?
Si hay algo que he aprendido en estos últimos 10 años de trabajar con la comunidad de artesanos de Montreal es que hay una forma distinta y más humana de ser emprendedor. Que la ayuda mutua hace que todos lleguen más lejos. El modelo de trabajar 80 horas por semana sin parar y creer que eso es el éxito no es sostenible. No todos los negocios pueden ser escalables. No todas las ganancias tienen que doblarse año tras año para que uno logre vivir de su pasión. Sobre todo si el precio a pagar es la salud mental, o el deterioro del medio ambiente.
Es importante saber que no todos los hobbies tienen que terminar siendo rentables. Uno puede amar hornear cupcakes o tejer al crochet sin tener que querer empezar su propia empresa. Hay que saber también que el éxito lo define uno mismo y que compararse con los demás puede causar efectos secundarios y complicaciones no deseadas.
¿Quién es Melina Serangelo?
Melina es una persona curiosa, cálida y creativa, que adora lo que hace y espera poder continuar haciéndolo por muchos años más.
¿Cuáles son tus hobbies y planes a futuro?
Hace varios años que hago cursos de cerámica. Me encantan los Escape Rooms, el karaoke (especialmente canciones de los años 80), el yoga, pasear con mi perro, hacer raqueta y tubing en invierno, leer, viajar, pasar tiempo con mi familia y jugar a juegos de mesa.
Seguir brindando oportunidades a los artesanos locales. Seguir trabajando para que el comercio local sea cada vez más fuerte. Seguir educando a los clientes y creando conciencia sobre la importancia de “votar con la billetera” e invertir nuestro dinero en la comunidad.
¿Qué sientes y qué te gusta de Montréal?
Montreal es una gran ciudad con alma de pequeño pueblo.
Aquí en Montreal tenemos todas las ventajas de una gran ciudad. Siempre hay algo para hacer: festivales, ferias, espectáculos, eventos culturales y nuestros artesanos son súper talentosos; tienen la creatividad en la piel, son multiculturales, bilingües, excéntricos, competentes, capaces de gestionar sus pequeños negocios de la A a la Z, y sueñan en grande. Pero al mismo tiempo, Montreal tiene el alma de un pequeño pueblo en el que sus habitantes se ayudan entre sí, crean lazos de amistad profundos, intercambian libremente, se inspiran, comparten sus buenas y malas experiencias y se desean el éxito. La comunidad creativa de Montreal es radiante, muy unida, llena de talento y sigue creciendo año tras año.
Pese a que mi historia de amor con Montreal no fue de amor a primera vista (la primera vez que la vi me pareció triste, sucia y sin personalidad), siempre fue una ciudad que me dio muchísimas oportunidades para reinventarme y explorar nuevas pasiones. Es la ciudad donde elijo vivir, donde nacieron mis hijos y donde conocí nuevos amigos que se transformaron en familia.
Mi mejor momento en Montréal es...
Cada vez que se abren las puertas de un marché del Collectif Creatif MTL cuando estamos listos para que los clientes entren. Es un momento mágico.
Compártenos un mensaje para la comunidad latina e hispana de Montréal
Un abrazo enorme para los hermanos latinos e hispanos en Montreal ¡No duden en venir a saludarme si vienen a visitar uno de nuestros Marchés Créatifs y si tienen un emprendimiento creativo pueden enviarnos sus aplicaciones para participar en nuestros eventos! Si has comprado un producto de un diseñador, artesano, artista o emprendedor creativo local y estás satisfecho, no dudes en recomendarlo a tus amigos. Es importante que nos apoyemos mutuamente y una palabra de aliento no cuesta nada.
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Agenda, participa. Yo ¡Vivo Montréal!
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