5 estrategias para ayudarnos a lograr nuestros propósitos
Un nuevo año a dado inicio y con ellos muchos días para iniciar los o el propósito que tanto hemos querido cumplir. Sabemos que nos ha ocurrido de que en el primer cuatrimestre o a mediados año dejamos por completo nuestros propósitos. Hay propósitos que valen la pena seguir intentando y claro no todo se logra a la primera vez, debemos ser constantes.
Lo importante es seguir intentarlo. Siempre tenemos días, motivos y momentos especiales para dar inicio a esos propósitos.
Para estos tips nos vamos a basar en el libro: “How to Change: The Science of Getting from Where You Are to Where You Want to Be.” de la galardonada científica del comportamiento Katy Milkman.
Si deseamos aumentar nuestras posibilidades de cumplir con los propósitos, los científicos del comportamiento han descubierto una serie de técnicas que pueden ayudar. Estas tácticas son más útiles si elegiste un objetivo concreto y pequeño. Eso significa que querrás evitar metas vagas como “Haré más ejercicio” y en su lugar establecer metas específicas como “Haré ejercicio cuatro veces a la semana”. – Katy Milkman
1. Haz un plan con base en indicaciones detalladas
Asegúrate de detallar cuándo y dónde harás el seguimiento.
Si tu propósito es meditar cinco días a la semana, un plan como “Meditaré entre semana” sería demasiado vago. Pero un plan basado en indicaciones como “Meditaré en la oficina los días de semana durante mi hora de almuerzo” encajaría perfectamente.
Trazar cuándo y dónde ejecutarás tu propósito refrescará tu memoria cuando sea oportuno y generará culpa si te echas para atrás. (Poner tu plan en el calendario y configurar un recordatorio digital tampoco estaría de más). La planificación detallada también puede ayudarte a anticipar y esquivar obstáculos, por lo que si planeas meditar durante el almuerzo, te asegurarás de rechazar cualquier reunión para almorzar que se presente.
2. Plantéate una cláusula de penalización
Esto puede sonar siniestro, pero asegurarte de que enfrentarás alguna sanción si no logras tu propósito puede hacer maravillas.
Una manera fácil de hacer esto es contarle a algunas personas sobre tu objetivo para que te sientas avergonzado si vuelven a consultar más tarde y descubren que no lo has cumplido. (Decirle a todos tus seguidores en las redes sociales subiría aún más la apuesta).
Sin embargo, una sanción más grave que la vergüenza es poner dinero en efectivo frío sobre la mesa y hay pruebas excelentes de que las sanciones en efectivo autoimpuestas motivan el éxito. Puedes hacer una apuesta con un amigo de que cumplirás con tu resolución de Año Nuevo o pagarás.
La lógica de por qué esto funciona es simple. Los incentivos modifican nuestras decisiones y las sanciones son incluso más motivadoras que las recompensas. Estamos acostumbrados a que nos multen por nuestros traspiés los de fuera (gobiernos, planes de salud, juntas de vecinos) pero esta vez te multas a ti mismo por mala conducta.
3. Hazlo divertido
La investigación ha demostrado que centrarse en la eficiencia puede dejarte seco porque descuidarás una parte aún más importante de la ecuación: si disfrutas el acto de perseguir un objetivo.
Si no es divertido hacer ejercicio o estudiar, es poco probable que lo sigas haciendo. Pero si obtienes placer de tus entrenamientos o sesiones de estudio, la investigación ha encontrado que persistirás por más tiempo. Y al final, eso es lo que más importa para lograr un propósito.
Una forma de hacer que perseguir un objetivo que normalmente se siente como una tarea más divertida es combinarlo con un placer culpable. A esto lo llamo “agrupación de tentaciones”. Considera solo permitirte ver tu programa de televisión favorito en el gimnasio para que comiences a esperar con ansias los entrenamientos. O solo permitiéndote beber un moca latte durante las sesiones de estudio para que haya un gancho que te lleve a la biblioteca.
4. Permitir emergencias
Si te desvías un poco de tu propósito, tu instinto puede ser declararlo un fracaso y tirar la toalla. Los investigadores llaman a esto el “efecto qué diablos”. Así es como se ve: planeabas acostarte temprano todas las noches, pero no pudiste resistirte a quedarte despierto hasta tarde un viernes para ver un episodio adicional de “Succession”. Después de eso, tus planes de irte temprano a la cama se fueron por la ventana porque “Qué diablos”, ya habías fallado.
Por fortuna, hay una manera de esquivar este destino. Al establecer metas difíciles (como acostarte a las 10 p.m. todas las noches) pero darte una o dos tarjetas para salir libre de la cárcel cada semana, puedes obtener mejores resultados que al establecer metas difíciles o fáciles sin margen de maniobra, revela la investigación. Tu objetivo ambicioso te mantiene motivado y la capacidad de declarar una “emergencia” (en lugar de decir “qué diablos”) te mantiene avanzando después de un paso en falso.
5. Obtén un poco de ayuda de tus amigos
¿Por qué no obtener un poco de ayuda de tus amigos?
Pasar tiempo con personas de alto rendimiento puede mejorar tu propio rendimiento. Si tu propósito es correr una maratón o escribir un libro, sería prudente comenzar a juntarte con amigos que hayan llegado a la meta (literal o figurativamente) y puedan mostrarte cómo se hace. Aprenderás un poco con solo pasar tiempo juntos porque te inclinarás a ajustarte a sus patrones de comportamiento. Si les preguntas explícitamente a amigos exitosos cómo lograron un objetivo compartido y pruebas esas tácticas tú mismo, ganarás aún más terreno.
Por extraño que parezca, existe evidencia de que entrenar a amigos con objetivos compartidos también puede mejorar tu tasa de éxito. Cuando estás enganchado para darle a alguien más consejos sobre cómo lograrlo, aumenta tu confianza en ti mismo (¿por qué te escucharían si no tuvieras algo que ofrecer?). También te obliga a ser introspectivo acerca de lo que funciona de formas que de otro modo no podrías. Y, por supuesto, te sentirás hipócrita si no sigues tus propias palabras de sabiduría.
Felizmente, perseguir tus propósitos con amigos también es más divertido, y esa es otra clave para el éxito.
Si al leer este artículo sientes que ya has fallado. La ciencia dice que no. Puedes comenzar de nuevo en cualquier nuevo comienzo que elijas: el próximo lunes, el próximo mes o el día de tu cumpleaños. O elige cualquier día para comenzar de nuevo y sigue estos cinco pasos para establecer otro buen hábito.
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